martes, 14 de agosto de 2012

Vamos a la playa qué emoción!!!!

Estoy aquí tranquilamente antes de bajar a la playa, yo lo tengo muy cómodo porque no tenemos que coger el coche, bajamos con la sombrilla, las sillas y caminamos unos metros y hala ya estamos en la playa.

Eso me ha hecho recordar a cuando yo era pequeña y también venía a la playa. Entonces mi padre nos traía a mi madre, a mi hermana y a mi, en el mes de julio, en el seiscientos,  pasábamos muchísimo calor y tardábamos casi un día en llegar.

El problema empezaba cuando mi padre se volvía a Madrid para seguir trabajando. Y nos quedábamos las tres solas. Como estábamos en un pueblo y a mi madre le encantaba la playa porque decía que era muy bueno para las niñas, el yodo, el agua con sal, el sol y que eso eran reservas para el invierno.

Pues bien como os decía la única manera que teníamos de ir a la playa era en un autobús de línea. Pero no como los de ahora, noooo. Ese era auténtico. En él iban las señoras a hacer la compra, o al médico a Cullera que era el pueblo un poco más grande.

Mi madre madrugaba muchísimo y preparaba la comida porque claro lo de comer en restaurantes no se daba. Ella preparaba los bocadillos, de tortilla francesa, o de tortilla de patatas con cebolla. Preparaba la bolsa con las toallas, la crema, el agua y hala a la parada del autobús.

Como era un rollo tener que llevar todos los días la sombrilla y las tres sillas, teníamos bueno todavía lo tenemos unos familiares, o al menos así los llamaba ella porque ni siquiera eran familia nuestra, pero bueno esa es otra historia.

Entonces él era médico y tenía un apartamento en la playa, nosotras dejábamos ahí las sillas y la sombrilla, y cuando bajábamos del autobús íbamos a su casa a recogerlas. Luego cuando ya nos volvíamos al pueblo hacíamos lo mismo, lo dejábamos todo hasta el día siguiente.

Pero había mañanas no se por qué razón que mi madre iba atrasada con los preparativos y entonces cuando ya casi lo tenía todo, nos decía: "Bajar a la parada del autobús y decirle al señor que nos espere". Os imagináis la escena???

A nosotras nos daba muchísima vergüenza, pero cómo le íbamos a decir al conductor que nos esperara?? A regañadientes nos obligaba y ahí nos veis a mi hermana y a mi, yo tendría 12 o 13 años bajando a la parada del autobús y el autobús llegaba y cuando el conductor abría las puertas, le decíamos textual: "Que dice mi madre que ahora baja que nos espere...". El conductor se reía y esperaba, si señor. 

Entonces llegaba mi madre, nos subíamos todas juntas y mi madre como era tan simpática le daba las gracias al conductor y hala a la playa.

Y así durante todo el mes de julio esperando con gran ilusión que llegara mi padre, por fin iríamos a la playa en coche, aunque fuera en un seiscientos de color gris y aunque pasáramos todo el calor del mundo.

Se me ocurre que quizás vosotros tengáis alguna anécdota de vuestras vacaciones cuando eráis pequeños.

Me gustaría que me lo contarais. Os atrevéis??






Igualito a como íbamos nosotras, entonces mucho yate no había si acaso alguna barquita de esas hinchables o colchoneta...ahhh y los flotadores indispensables, no fuera ser que nos pasara algún percance con las olas que eso de nadar tampoco lo dominábamos mucho...no existían las clases de natación bueno si, pero no para las niñas como nosotras....


Este es el Georgi Dann de nuestra época...jajaja

4 comentarios:

  1. La amiga de la Sirenita de Cullera14 de agosto de 2012, 13:07

    Os he visualizado con mucha facilidad. La sonrisa de oreja a oreja. Y la risa. ¡Qué bueno!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana, pues dentro de la anécdota del autobús, tenias suerte, yo el mar lo vi ya de mayor, y era uno de mis sueños pendientes, y cuando llego el día… ¡¡¡ madre mía que bonito!!! Ahora que lo tengo bajo mi terraza es el sueño más maravilloso que he tenido jamás. Me ha encantado tu entrada. Un beso amiga playera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nosotros no teníamos pueblo pero mi madre tenía unos familiares que no lo eran en un pueblo de Valencia que se llama Corbera muy cerca de Cullera. Y desde pequeñitas fuimos a la playa. Por eso me gusta tanto el mar. Vuelvo a casa, siempre. Mis padres eran felices aquí.
      Miles de besos amiga.

      Eliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...