Las palabras se las lleva el viento...

Las palabras habladas o dichas, las olvidamos, es imposible recordarlas todas. Recordamos el sentimiento, el momento, la intención pero no las recordamos exactamente cómo nos las dijeron, claro que también podemos recordarlas muchísimo si nos fueron dichas en un momento de enfado, de discusión, esas  palabras se clavarán en nuestra alma para siempre.

Hay un dicho o un proverbio, no se, pero dice algo así...Las palabras se las lleva el viento...

Las habladas, claro...las dichas.

Las palabras habladas nos hacen felices o infelices en ese momento concreto...no podemos releerlas...ya no están...se han ido... creo que nos duelen más las palabras escritas...

Veamos...

Si alguien nos envía una carta, siempre podemos leer y releer esas palabras una y otra vez.  Claro que es un arma de doble filo, porque en una carta no hay voz, no hay sonido, no hay entonación por lo tanto no sabemos si fueron escritas con cariño, con amor, de broma o simplemente fue un sentimiento que alguien tuvo en un momento y quiso plasmarlo en un papel, en una carta...

Vamos a pensar que fue un sentimiento...

Se me ocurre un sentimiento de añoranza, de nostalgia...de un tiempo pasado que ya no volverá pero que se recuerda con gran cariño...

Todos tenemos muchísimos recuerdos de un tiempo pasado...vividos en soledad o compartidos con nuestros seres queridos. Cada uno tiene su recuerdo, el suyo, porque cada uno lo vivió de una manera diferente, la suya. Por lo tanto...

Cuando yo escribo palabras en un papel en blanco y lo comparto con vosotros...a veces son mis recuerdos...los míos, otras son mis sentimientos...y otras son los vuestros...si vuestros sentimientos, lo que me llega, lo que percibo, lo que siento, lo que yo llamo un palpitar...

Así que... yo seguiré haciendo bailar las letras con mis dedos hasta conseguir una espectacular danza sólo para vosotros, para vuestros corazones y vuestras almas...