9º CUENTO por MER

Pues ya tenemos aquí otro Cuento, este sé que a más de uno os encantará. Mer es muy buena en sus reflexiones...demasiado buena, me atrevería a decir. 

Disfrutar con este maravilloso cuento.

Imagínatelo, puedes? Yo tenía 17, 18, 19, no lo recuerdo casi, no entiendo por qué, me pinché con algo, o tropecé o no sé qué, y aquí estoy. Y allí estuve. Ya no tengo 18, 19 ni 20...

Imagínatelo, quieres? Era joven, era bella, era idiota y feliz. Y me quedé dormida después de ese pinchazo. Oía las voces a mi alrededor, las risas y los llantos, los susurros, canturreos, suspiros. Oía hasta el latir de su corazón cuando se acercó y me besó.

Había mucha expectación. Hubo silencio. Pero aunque os hayan contado que me desperté, no fue así, no desperté nunca. Al menos no del modo deseado o lógico.

No estaba enamorada. Me casé con él porque creía que era lo que había que hacer. Y él no era un príncipe azul ni yo su princesa. Se pasó la vida echándome en cara que me salvó de seguir dormida eternamente, diciendo la suerte que tuve de que se cruzará en mi camino y que ningún otro me habría besado.

Me pasaría la vida durmiendo, soñando que nada de esto ocurrió, que vuelvo a tener 20 años, 19, 18, y la vida por delante y nadie que me diga que me salvó de nada. Y sigo siendo bella. Y duermo.

Ahora padezco insomnio, lo oigo dormir a él, al lado. Es lo único aque me deja oír... ni susurros, ni canturreos, ni nada, ha monopolizado todo mi entorno. Sé que no sueña conmigo, que nunca fui su sueño, sólo una coincidencia desafortunada para ambos.

La maldición no fue quedarme dormida, fue despertar.

Y dejar de dormir...

Y dejar de soñar...

Y no poder escapar ni siquiera cerrando los ojos...