Veamos el cuento de hoy me toca a mí. Así que vamos a ello.
LA CARA PERFECTA (Pedro Pablo Sacristan)
Había una vez un muñeco de papel que no tenía cara. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto por la cara. Pero tenía un lápiz en su mano, así que podía elegir qué tipo de cara iba a tener ¡Menuda suerte! Por eso pasaba el día preguntando a quien se encontraba:
- ¿Cómo es una cara perfecta?
- Una que tenga un gran pico - respondieron los pájaros.
- No. No, que no tenga pico -dijeron los árboles-. La cara perfecta está llena de hojas.
- Olvida el pico y las hojas -interrumpieron las flores- Si quieres una cara perfecta, tú llénala de colores.
Y así, todos los que encontró, fueran animales, ríos o montañas, le animaron a llenar su cara con sus propias formas y colores. Pero cuando el muñeco se dibujó pico, hojas, colores, pelo, arena y mil cosas más, resultó que a ninguno le gustó aquella cara ¡Y ya no podía borrarla!
Y pensando en la oportunidad que había perdido de tener una cara perfecta, el muñeco pasaba los días llorando.
- Yo solo quería una cara que le gustara a todo el mundo- decía-. Y mira qué desastre.
Un día, una nubecilla escuchó sus quejas y se acercó a hablar con él:
- ¡Hola, muñeco! Creo que puedo ayudarte. Como soy una nube y no tengo forma, puedo poner la cara que quieras ¿Qué te parece si voy cambiando de cara hasta encontrar una que te guste? Seguro que podemos arreglarte un poco.
Al muñeco le encantó la idea, y la nube hizo para él todo tipo de caras. Pero ninguna era lo suficientemente perfecta.
- No importa- dijo el muñeco al despedirse- has sido una amiga estupenda.
Y le dio un abrazo tan grande, que la nube sonrió de extremo a extremo, feliz por haber ayudado. Entonces, en ese mismo momento, el muñeco dijo:
- ¡Esa! ¡Esa es la cara que quiero! ¡Es una cara perfecta!
- ¿Cuál dices? - preguntó la nube extrañada - Pero si ahora no he hecho nada...
- Que sí, que sí. Es esa que pones cuando te doy una abrazo... ¡O te hago cosquillas! ¡Mira!
La nube se dio por fin cuenta de que se refería a su gran sonrisa. Y juntos tomaron el lápiz para dibujar al muñeco de papel una sonrisa enorme que pasara diez veces por encima de picos, pelos, colores y hojas.
Y, efectivamente, aquella cara era la única que gustaba a todo el mundo, porque tenía el ingrediente secreto de las caras perfectas: una gran sonrisa que no se borraba jamás.
REFLEXIÓN:
No sabía qué cuento elegiros pero quería uno distinto, he visto este "La cara perfecta" y me ha gustado.
Este muñeco buscaba una cara perfecta y al final después de probar varias caras descubrió que la mejor era la cara que mostraba una gran sonrisa que no se borraba jamás.
También se dio cuenta que esa cara se conseguía al abrazar a un amigo, en este caso una amiga, la Nube.
Bien...ya lo tenemos...para conseguir tener una sonrisa permanente hay que rodearse de buenos amigos.
Y yo una vez más tengo que deciros que soy afortunada, mucho, porque tengo los mejores amigos, si, los mejores, esos que jamás me abandonan, esos que me quieren, esos que me cuidan, que me miman, que me consienten, esos que entráis cada día a leer lo que os escribo, los que estáis al otro lado.
Y por eso yo soy como este muñeco mi cara...es perfecta...porque en ella hay una gran sonrisa que no se borra jamás.
ahhhh...aprovecho ya para daros las gracias a todos, este Mi Rosa de los Vientos salió a la luz el 1 de junio, hoy 10 de julio ya tiene 4.681 visitas, el mérito es vuestro...así que muchísimas gracias de corazón, para todos vosotros mi gran sonrisa.
hola! gracias por tu comentario
ResponderEliminarbesos
AJS
Se que la reflexión no va por ahí, pero voy a centrarme en lo menos obvio: la necesidad de Pepe (el muñeco)de gustarle a todo el mundo, ¿por qué?. Cuando crezcas, amigo, llegarás a comprender que es imposible gustarle a todo el mundo y, además, no es necesario, pero a esa conclusión llegarás cuando crezcas.
ResponderEliminarTambién quiero decirte, Pepe, que estoy segura de que ERES PERFECTO PARA ALGUIEN, lo sé.
Esta.....chicas es mi ROSA. Si señora!!!!!!!!
ResponderEliminarPor qué narices le tenemos que gustar a todo el mundo??? Si a nosotros no nos gusta todo el mundo?? Pues eso. Ea.
Pero tú puedes estar tranquila RATONA que a mí me gustas, un montón...pero sólo de amiga...a ver si vas a volver a pensar que te estoy tirando los tejos...
Tu a mi también me gustas, Anayaika, pero estoy comprometida.
ResponderEliminarme gusta el cuento, por cierto yo tb tngo un espantapajaros de esos xD
ResponderEliminaragradeceria si me informaran donde puedo encontrar los moldes o informacion sobre el espantapajaros que aparece en el cuento, por favor
Eliminar