Pues si las fiestas de Navidad acabaron, los reencuentros, las alegrías, las ausencias...Papá Noel dejó sus regalos, los Reyes Magos también.
Y ahora toca empezar de nuevo...un año en blanco, 2013.
Nuevo año y nuevo comienzo.
Me recuerda a esas libretas que empezábamos con tanta ilusión, todas las hojas en blanco esperando a ser escritas.
Pero eso sí no empezamos de cero, tenemos amigos, de los buenos, de los de verdad, de esos que siempre están a tu lado y eso es muy importante en este momento...en el que se palpa el egoísmo, la individualidad, el pasar del otro y de todo.
La historia que os dejo a continuación, es una historia de lucha, de unión, de que si nos unimos lo conseguiremos.
De que juntos, podemos...con este año tan difícil que nos espera y con mucho más.
Hace algunos años, en las olimpiadas para personas con discapacidad de Seattle, también llamadas Olimpiadas Especiales, nueve participantes, todos con deficiencia mental, se alinearon para la salida de la carrera de los cien metros lisos.
A la señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de si, terminar la carrera y ganar el premio.
Todos, excepto un muchacho, que tropezó en el piso, cayó y rodando comenzó a llorar...
Los otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron el paso y miraron hacia atrás.
Vieron al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron... ¡Todos!
Una de las muchachas, con síndrome de Down, se arrodilló, le dio un beso y le dijo:
"Listo, ahora vas a ganar"....
Y todos, los nueve competidores entrelazaron los brazos y caminaron juntos hasta la línea de llegada.
El estadio entero se puso de pie y en ese momento no había un solo par de ojos secos.
Los aplausos duraron largos minutos, las personas que estaban allí aquél día, repiten y repiten esa historia hasta hoy.
¿Por qué? ...
Porque en el fondo, todos sabemos que lo que importa en esta vida, más que ganar, es ayudar a los demás para vencer, aunque ello signifique disminuir el paso y cambiar el rumbo.
Porque el verdadero sentido de esta vida es que …
TODOS JUNTOS GANEMOS,
No cada uno de nosotros en forma individual.
Ojalá que también seamos capaces de disminuir el paso o cambiar el rumbo, para ayudar a alguien que en cierto momento de su vida tropezó y que necesita de ayuda para continuar.
Creo que nos hace falta disminuir el paso y cambiar de rumbo y sobre todo que esto no sea un proyecto individual, sino colectivo, entre todos seguro que podemos...
Hacia la mitad del texto empecé a ver las letras dobles, exceso acuoso en mis ojos. Hacia el final, una sonrisa y el inmenso deseo de contagiarme con ese sentido de vida.
ResponderEliminarUn abrazo, corazón.
Yes, we can!! sobre todo si lo hacemos juntos. Por juntos, somo más y mejor. La diversidad nos da sabiduría, empuje, fortaleza y tesón. Somos la mezcla de aquello que los demás nos aportan en cada momento.
ResponderEliminarIndividualmente no tendríamos vida. Sólo existencia.
Me encantan las historias que nos dejas.
Besos guapa!
PD
Te deseo lo mejor para este 2013
Un bonito ejemplo de generosidad y compañerismo de personas que saben mucho mejor que otras con todas sus capacidades físicas y mentales, que lo importante no es ganar sino participar y compartir con una entrega de amor hacia los demás.Bonita entrada, espero que aprendamos la lección.Besotes
ResponderEliminarMe encanta tu entrada, realmente para pensar.
ResponderEliminarSeguro unidos podemos !! Besos
Amiga Ana, no sabía nada de esta historia y en verdad que me ha emocionado.
ResponderEliminarQue mi garganta se ha sentido oprimida mientras leía, y que mis ojos se han llenado de agua… por la preciosa historia, que me ha conmovido como hacía mucho tiempo que no había pasado.
Gracias por compartir tus letras, y ojala todo pudiésemos sentir como el corazón de eso niños que en esos momentos solo les importo su compañero, y llegar todos juntos a la meta, que es lo que ahora nos toca hacer a todos.
Un abrazo muy grande amiga.
Hola:
ResponderEliminarYa conocía la historia pero no deja de emocionarme...
Hoy en el telediario ha salido un caso de un mendigo que pedía en la puerta de un banco. Estaban a punto de desahuciarle y sin embargo se ha encontrado un monedero con 200 o 300 euros y se lo ha entregado al director del banco. Hace tiempo ya había hecho lo mismo pero con una cantidad mucho más grande. Y me he preguntado: cuantos de nosotros habríamos hecho lo mismo en su situación? la solidaridad es algo escaso, solo se quiere ganar o tener más y más... Hay ejemplos dignos de reseñar y premiar. El señor en cuestión al final no ha tenido que abandonar su casa porque su casera le ha dejado por más tiempo y mañana tiene una entrevista de trabajo. En esta vida cada uno elige qué quiere sembrar. Que cada cual decida... y así recogerá.
Aída yo lo tengo muy claro, quien siembra...recoge. La generosidad, el cariño...la amistad son tesoros que hay que compartir. Al final lo mejor, lo que merece la pena es estar bien con uno mismo.
EliminarLa verdad es que resulta una historia preciosa y ejemplar. Me ha encantado. Espero de corazón que hayas tenido un buen comienzo de año. Un fuerte abrazo amiga.
ResponderEliminarDicen que lo que bien empieza, bien acaba. O no era así??? No importa podremos con esto y con mucho más. Un abrazo
EliminarClaro que sí, yo creo firmemente que el ser humano es sociable por naturaleza, digan los políticos lo que digan... ¡mecachis! Bss
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