viernes, 27 de julio de 2012

Carta a Belén, mi duendecilla


Mi preciosa Belén, en poco tiempo me conoces mejor que muchas que llevan más tiempo a mi lado, verás yo soy una mujer muy alegre, siempre contenta...pero hay veces y yo no lo puedo evitar, por recuerdos por circunstancias yo que sé, me viene la tristeza o la nostalgia o simplemente el echar de menos. 

No pasa nada. Porque son momentos...son míos y yo sola los supero...no necesito a nadie... porque nadie puede ayudarme...ni siquiera el Hado.

Esta semana ha sido muy mala para mí, te lo explico aquí porque no quiero que nadie piense que estoy de bajón, y se preocupen para nada.

Yo siempre vine de vacaciones a Cullera primero con mis padres y luego con el Hado cuando nos casamos.

Continuo...uff...

El Hado y yo siempre teníamos las vacaciones en julio, mis padres que eran muy buenos nos dejaban estar solos y luego antes de acabar el mes, venían y estábamos juntos. Siempre lo hacían coincidir con mi Santo, el 26 de julio. 

Las amigas que vienen a visitar Mi Rosa de los Vientos que conocieron a mis padres, que los quisieron me van a entender perfectamente. 

Mi madre era una mujer mágica, ella decía muchas veces que era una "brujita" se daba cuenta de todo, nunca se la escapaba nada. Era cariñosa, divertida, simpática, te reías con ella bueno...Era mamá, la mejor mamá. Pero no sólo era la mía, también era la mamá de los demás, de los que estaban cerca de ella, de los que la necesitaban, de los que la pedían ayuda...de todos a los que ella quería. Era una mujer especial. Lo llenaba todo, donde ella estaba no había sitio para las penas, ni las tristezas.

Mi padre enfermó y en 15 días se nos murió. Mi madre ya estaba enferma pero al morirse mi padre, su amor...no quiso vivir, se entregó. Ni siquiera nosotras, mi hermana y yo le valíamos. 

Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde. Vivió 3 meses, muchas veces en esos tres meses pude decirla que la quería mucho...ella no quería irse, la mente humana es muy complicada. porque me lo preguntó, la pobre creía que yo no la iba a mentir...pero la mentí...la dije que todo estaba en orden...que no se preocupara porque no la iba a pasar nada.

Así que ella hacía planes para cuando estuviera bien...Un día entró en coma y estuvo 7 días  hasta que murió. Y cuando se fue el vacío que yo sentí fue tan grande que no me valía nadie ni siquiera el Hado.

El martes 24 de julio hizo 12 años que murió. Y me da igual el tiempo que pase, ese día para mí es el peor de mi vida, no me vale nadie, no me vales tu mi preciosa duendecilla, no me vale mi chico, ni los amigos, nadie, tienes que entenderlo. Ese día es mío y de ella. 

Y luego llega mi Santo, dos días después...

Pero esto pasará...ahora al escribir esta carta, estoy llorando porque al recordarlo, lo vuelvo a vivir y aún me duele... Porque ya no la tengo, porque jamás me va a llamar Anituski, porque jamás voy a oir su voz ni su risa.

Pero sé que es así...esto va así. 

Como siempre decía mi padre, vinimos con esta condición. Llega un momento que has llegado al FIN del libro, no hay más. 

Sólo me puede entender quien ha pasado por lo mismo. Nadie más. Sólo me puedo entender ese amigo que ha perdido a un padre,  una madre, un hermano y que además de ser su mamá, su papá o su hermano, era su mejor amigo. 

En unos días estaré bien, volveré a ser otra vez tu Hada, tu Hada de la Alegría, esa que te hace reir.

No puedo contarte otra cosa porque es esto lo que me pasa es una pena tan grande que mi alma está triste y no tiene ganas de nada.

Te quiero muchísimo duendecilla que no se te olvide jamás. En nada tu Hada volverá a estar contigo...









6 comentarios:

  1. Ana,
    Hace tiempo te hablaba de cicatrices que se abren una vez al año, me refería a estas cicatrices.

    El 16 de julio hizo 10 años que falleció mi padre y cada año se reabre la cicatriz y supura.

    Hace años estuve en Mexico y me llamó la atención en un hotel en el que estuvimos que no hubiera piso 13 ni habitación 13. Si yo pudiera borraría el 16 de julio de mi calendario, pero no puedo.

    O sea que no sabes como te entiendo.

    Un abrazo,
    Aida

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    1. Uno aprende a vivir sin ellos, pero sin olvidarlos, no hay más.
      Un beso

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  2. buenos dias preciosa hada...uffffffffff.... yo no he perdido por suerte a nadie en mi vida... a puntito he estado y me he asustado tanto que no tengo palabras para definirlo...
    Sabia que te pasaba algo, lo noto simplemente en tu manera de escribir... y no se que decir... me quedo sin palabras ante esta carta... ante esa manera de sentirte... solo puedo decirte que te comprendo, que te apoyo, qeu aqui estoy para lo que quieras... y que te quiero mucho...
    Un beso enorme enorme...
    Belen.-
    y por cierto... tu madre este donde este qeu estoy segura que en algun lado esta... se sentira orgullosa de ti...

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    1. ayyyy mi duendecilla...mi madre vive en mí, porque yo soy como era ella, en una dedicatoria a las mamás que hice en el otro blog, mi Profe que la conocía muy bien, me dijo lo mismo, que yo soy como era ella, simpática, generosa, cariñosa, que me entrego a los demás, no guardo rencor, doy cientos de oportunidades porque creo en la amistad por encima de todo, porque es lo mejor que tengo mis amigos, bueno el primero es el Hado (mi chico), tengo una hermana pero ella tiene su familia, sus hijos.
      Yo no tengo hijos sólo tengo marido y a Yaika, por eso para mí los amigos son importantes en mi vida, porque son mi familia.
      Y ella estaría orgullosa de ver lo feliz que soy y sobre todo de contemplar lo mucho que me queréis.
      Un beso enorme

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  3. Si ya de por sí es muy triste perder a los padres lo es mucho más perderlos tan seguidos.Mi padre hace 14 años que murió pero mi madre vive todavía aunque tiene ya demasiados achaques pues tiene 91 años, el año pasado estuvo en coma pero milagrosamente salió.Besotes

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    1. Es muy difcil Charo porque en nada te quedas sola. Nosotros, mi chico y yo hemos tenido mala suerte. El año pasado él perdió a sus padres, se llevaron de diferencia 7 meses, murieron el mismo día.
      Ya estábamos unidos pero al morir sus padres, sabemos que nada más nos tenemos el uno al otro, y eso ha hecho que estemos aún más unidos que antes.
      Un beso

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