Sabéis que me gusta visitar blogs de amigos, el otro día me acerque al de Princesa Nadie. Si no lo conocéis acercaros en un momento, es un lugar precioso, sientes una paz y magia, tan importante para mi. (Princesa nadie.blogspot.com.es)
Pues bien estaba de visita y cuando llevo tiempo sin ir me gusta leer entradas antiguas. Fui pasando por todas hasta que llegue a una, que me emociono.
Era una carta...pero no una carta cualquiera, noooo....
Era una carta de despedida, de agradecimiento, de echar de menos, de amistad, de entrega, de amor...era una carta de una mujer a su perro.
Pedí permiso para compartirla con vosotros, porque no me gusta " robar" nada a mis amigos blogueros. Y Princesa Nadie me lo dio. Así qué os dejo la carta de Fiona Apple a su perra Janet.
Era una carta...pero no una carta cualquiera, noooo....
Era una carta de despedida, de agradecimiento, de echar de menos, de amistad, de entrega, de amor...era una carta de una mujer a su perro.
Pedí permiso para compartirla con vosotros, porque no me gusta " robar" nada a mis amigos blogueros. Y Princesa Nadie me lo dio. Así qué os dejo la carta de Fiona Apple a su perra Janet.
Son las 6 de la tarde del viernes y estoy escribiendo a unos miles de amigos
a los que aún no conozco.
Escribo para decirles que tenemos que cambiar nuestros planes
y encontrarnos un poco más tarde.
Lo que pasa es esto.
Tengo una perra, Janet, y lleva casi dos años enferma con un tumor que dormitaba en su pecho
y que ha ido creciendo poco a poco. Tiene casi 14 años, la adopté cuando tenía cuatro meses.
Yo tenía 21 años entonces, adulta oficialmente, y ella fue mi hija.
Es una pitbull, la encontraron en Echo Park, con una soga en torno a su cuello
y mordiscos en sus orejas y en su cara.
Era la que utilizaban los que organizan peleas de perros
para dar más confianza a los que iban a pelear.
Tiene casi 14 años y nunca la he visto empezar una pelea, o morder, ni siquiera gruñir
así que entiendo porqué la eligieron para ese trabajo horrible.
Es una pacifista.
Janet es la relación más constante de mi vida adulta, eso es un hecho.
Hemos vivido en numerosas casas y dejado atrás unas cuantas familias provisionales
pero siempre las dos juntas.
Y eso es sólo el principio.
Dormía en la cama conmigo, su cabeza sobre la almohada,
y aceptaba mi cara histérica y llorosa en su pecho, con sus patas abrazándome,
cada vez que tenía el corazón roto, o el espíritu roto, o cada vez que estaba perdida,
y según fueron pasando los años dejó que yo adoptara el papel de su hija,
mientras me dormía, con su mentón apoyado en mi cabeza.
Estaba bajo el piano cuando yo componía mis canciones, ladraba cuando intentaba grabar algo
y estuvo en el estudio conmigo durante toda la grabación del último álbum.
Cuando volví de la última gira, estaba tan vivaz como siempre,
está acostumbrada a que yo me vaya un par de semanas cada seis o siete años.
Tiene la enfermedad de Addison, lo que hace que sea peligroso para ella viajar
porque necesita injecciones de Cortisol con regularidad,
porque reacciona al estrés y la excitación
sin los mecanismos fisiológicos que tenemos el resto de nosotros
y que evitan que, literalmente, muramos de pánico.
Pese a todo ello, es incesantemente feliz y juguetona
y sólo dejó de comportarse como una cachorrita hace unos tres años.
Es mi mejor amiga y mi madre y mi hija, mi benefactura,
es la que me ha enseñado lo que es el amor.
No puedo ir a Sudamérica. Ahora no.
Cuando volví a casa tras la última parte de mi gira en EEUU
noté una gran, gran diferencia.
Ya ni siquiera quiere salir a pasear.
Sé que no está triste por envejecer o estar cercana a la muerte.
Los animales tienen instinto de supervivencia
pero lo que no tienen es un sentimiento de mortalidad y de vanidad.
Por eso están incontablemente más presentes que los humanos.
Pero sé que que se está acercando al momento en el que dejará de ser un perro para,
en vez de eso, convertirse en parte de todo.
Estará en el viento, en la tierra, y en mí allá donde yo vaya.
No puedo dejarla ahora, por favor entendedlo.
Si me voy ahora, temo que morirá y que no tendré el honor
de cantar para ella mientras se duerme, de acompañarla mientras se va.
A veces puedo tardar 20 minutos en elegir qué calcetines ponerme para irme a la cama.
Pero esta decisión es instantánea.
Estas son las elecciones que tomamos, las que nos definen.
No quiero ser la mujer que pone su carrera antes que el amor y la amistad.
Soy la mujer que se queda en casa y cocina para mi más querida y más vieja amiga.
Y la ayuda a sentirse cómoda, y arropada, y segura e importante.
Muchos de nosotros en estos tiempos tememos la muerte de un ser querido.
Es la fea verdad de la Vida, que nos hace sentir aterrorizados y solos.
Me gustaría que también pudiéramos apreciar el tiempo que está junto al final del tiempo.
Sé que sentiré un abrumador conocimiento de ella, de su vida
y de mi amor por ella en los últimos momentos.
Tengo que hacer lo imposible para estar ahí entonces.
Porque será la más bella, la más intensa, la más enriquecedora experiencia
que nunca haya conocido en mi vida.
Cuando muera.
Así que me quedo en casa y estoy escuchándola roncar y respirar con dificultad
No encuentro palabras para definir la carta de Fiona pero si encuentro sentimientos, reconozco sus inquietudes, entiendo perfectamente su decisión...yo haría lo mismo.
ResponderEliminarGracias Fiona por compartir algo tan hermoso, por abrirnos los ojos al amor verdadero.
Animo, fuerza y un abrazo inmenso.
Ana, Tula y Molly.
Llevo unos días desaparecida de mi rinconcito, ahora esta noche acabo de compartir esta bellísima entrada y cual es mi sorpresa...al leer este comentario. Este comentario que ha sido escrito por una persona por la que yo tengo muchísimo cariño.
EliminarGracias, gracias y gracias.
Mil besos Ana, Tula y Molly.
Un amigo humano te puede fallar. Un amigo perruno, no. Su amor y su cariño son incondicionales. Dan todo sin esperar nada a cambio. Tenemos tanto que aprender de ellos...
ResponderEliminarYo no quiero ni pensar que Kira se irá algun dia, por ley de vida antes que yo. Conozco de personas que han perdido a estos seres tan maravillosos y me han dicho que el duelo les ha costado más que el de familiares cercanos y no me cuesta nada creerlo. Son especiales y se merecen nuestro cariño, nuestro amor y nuestro respeto.
(Te echaba de menos por aquí, Ana).
Un beso,
Buenas noches Aida. Si, llevaba unos días desaparecida, pero no del todo. Ya sabes. Hay veces que una no tiene inspiración o si la tiene pero considera que no merece la pena. Además he pillado la gripe y eso me ha hecho estar un poquito ausente. Pero ya estoy aquí otra vez. Y ahora para quedarme. Un beso enormeeeeeeeeeeeee.
EliminarEs una carta preciosa Ana, no conocía a Fiona Apple, pero la entiendo perfectamente, porque nosotros tuvimos una perra y también lo pasamos muy mal cuando se fue, y la verdad es que nadie puede saber lo que es, si no ha sentido lo que es el calor y el cariño de estos animales, es increible todas las cosas que nos pueden enseñar: generosidad, lealtad infinita, cariño...... Un beso,
ResponderEliminarPerdón, perdón Nieves. Ultimamente tengo mi casa un poquito abandonada. No es por nada o sí...he conocido otros mundos más allá del blog, Ya haré una entrada con ellos. Es verdad, tienes razón, quien en su vida no ha amado a un perro no conocerá el amor desinteresado, la entrega total, la adoración, la lealtad y la felicidad.
EliminarMuchos besos
Me ha impresionado ese amor sin condiciones de Fiona hacia su perra....una maravilla de carta.Besotes
ResponderEliminarMe alegro de que la hayas publicado,así llegará muchas más personas
ResponderEliminarTodos los que amamos a los animales entendemos a Fiona perfectamente
Un Beso
Si es una carta preciosa y debía compartirla. Muchísimas gracias Princesa Nadie por permitirmelo. Un besazo
EliminarQue ternura más grande Anayaika, que maravilla el poder demostrar tanmto amor a los animalitos que muchas veces son compañía fiel.... besos :*
ResponderEliminarLos amigos "humanos" van y vienes, algunos claro. Los amigos "perrunos" vienen y se quedan para siempre. Jamás te abandonan. Te quieren para siempre.
EliminarUn besazo Patty
Estremecedoramente tierna,al menos para mi, que hace dos aaños que murio el mío y su último aliento y su última mirada fué para mi y creo que no podré olvidarlo nunca, fueron 16 años de amor y entrega total a cambio de nada.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Vaya lo siento muchísimo Julia. Es verdad, yo no me canso de decirlo, esa entrega hacia nosotros es total. Ese amor. Yo, gracias a ella, a Yaika, llené un vacío que de otra manera no hubiera podido. Un besazo Julia
EliminarAnayaica, tú siempre sacando a la luz cosas impregnadas en sensibilidad, vida, autenticidad, plasmando sentimientos que tanto de humanos cpomo de animales no dejan de ser sentimientos que se manifiestan de la misma manera....eres una exploradora, y quien busca halla, gracias por rescatar cosas tan lindas como ésta y todas las que publicas para deleitarnos...eres un cielo, disfruta de éste finde como mereces...besos cálidos y amistosos...
ResponderEliminarSe hace lo que se puede, corazón. Gracias por tus "piropos".
EliminarUn besazo Marengo