domingo, 24 de junio de 2012

El pequeño Abeto...

Te prometí un cuento...aquí está

EL PEQUEÑO ABETO

Había una vez un pequeño abeto en un gran bosque que estaba muy triste. Y lloraba. ¿Sabéis por qué? Porque no le gustaban sus hojas.

-Snif, snif - lloraba - no me gusta estas hojas tan puntiagudas. todos los árboles tienen hojas más bonitas que las mías.

Estuvo llorando todo el día, hasta que de noche, se durmió. Al día siguiente, cuando el abeto despertó vio que sus hojas eran grandes hojas de oro.

- ¡Ohhhh! Qué contento estoy!! Qué hojas más preciosas!! Son todas doradas...

Pero tan bonitas eran que pasó un ladrón y se las llevó todas...

Y el pequeño abeto volvió a llorar: - Snif, snif - Ya no quiero hojas de oro. Ahora quiero hojas de cristal, qué son igual de brillantes pero incluso más bonitas!!!

Esa noche volvió a dormirse y cuando despertó vio su deseo cumplido. Hojas y hojas de cristal coronaban su copa.

Pero ese día sopló un viento huracanado que tiró todas las hojas, rompiéndolas en pedacitos. Y el abeto volvió a llorar.

- Snif, snif - Ya no quiero hojas de cristal. Ahora quiero hojas verdes!!

Y con ese deseo se durmió otra vez. Y una vez más, al despertarse vio su deseo hecho realidad.

- Ohhhhh qué contento estoy!! Qué hojas más preciosas!!! Son todas verdes...

Pero ese día pasó un rebaño de cabras y vieron sus hojas verdes tan apetecibles que se las comieron todas. Y el pequeño abeto volvió a llorar.

- Snif, snif - lloraba - Ya no quiero hojas verdes. Ni de cristal, ni de oro. ¡¡¡Quiero mis hojas puntiagudas!!

Y esa noche, triste, se volvió a dormir. A la mañana, al despertar, vio que volvía a tener sus hojas puntiagudas. 

Y sin nadie que las robara, las rompiese o las comiese, creció hasta hacerse un gran abeto y dar cobijo a los animales del bosque.




Todos debemos estar contentos con lo que tenemos...

No es bueno envidiar lo que tienen los demás...nada bueno.

A veces creemos que lo que tienen los demás es mejor que lo nuestro y a lo mejor tan sólo es apariencia...

Debemos ser humildes...siempre...

No debemos ser vanidosos...ni egocéntricos...ni prepotentes porque no nos lleva a ningún lugar bonito....

Yo me gusto como soy...cariñosa...detallista...simpática...agradable en el trato...educada, eso siempre...(no tengo abuela, os lo aclaro...)

Jamás he tenido envidia de nada ni de nadie. Cada uno tiene lo que ha conseguido con su esfuerzo, con su trabajo... 

Yo tengo lo mío, mi felicidad y no la cambio por la de nadie. 

He vivido momentos muy tristes, demasiado pero esos momentos me han hecho crecer como persona, me han ayudado a valorar lo que tengo y a quien tengo, nunca quieres que te pasen estas cosas...pero el juego del vivir va así...estas son las reglas...no podemos cambiarlas.

Así que... mientras juguemos a este juego, debemos ser felices, debemos aprovechar cada momento, cada instante de felicidad ...así que debemos....

¡¡¡¡¡¡¡¡ REIR, CANTAR, BAILAR, AMAR, QUERER, SOÑAR, DAR, PERDONAR, COMPARTIR Y JUGAR !!!!!!!








5 comentarios:

  1. Hola trocito. Qué bonito cuento.

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    Respuestas
    1. Verdad??? Cuando lo vi, dije este para mis trocitos.

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  2. Comparto tu forma de ver las cosas Ana. Me idenfico totalmente contigo.

    Hay un anuncio de Ikea que dice "no es más feliz tiene sino quien menos necesita". Creo que es de los anuncios mas sabios que he visto.

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  3. Buenas tardes Aida!!

    Como sabes he pasado el día en el campo y mi amiga Jane ahora le van mal las cosas, no tienen trabajo, antes estaban estupendamente. La conté que puse este cuento en el Blog.

    Tenías que oírla hablar, en su mal castellano, me encanta escucharla, me da lecciones de vida.

    Hay "muchos" que viven de apariencia y no hay que envidiarlos, para nada. Al final...cuando el juego termina...todos nos igualamos. Las reglas son iguales para todos. De qué ha valido entonces aparentar lo que uno no es?? De nada.

    Un beso enormeeeeeeeee

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