Por fin Libre

¿Nunca se os ha pasado por la cabeza abandonar?? Dejar atrás vuestro pasado, vuestra vida, vuestro presente…y huir, si huir a cualquier lugar, escaparos, desaparecer, llegar a ese lugar donde nadie os conoce, nadie os habla, nadie os sonríe y pasar desapercibido, invisible, y sentir que nace un grito dentro de vosotros: ”Por fin LIBRE!!!!!”

Hay momentos en la vida que uno tiene la convicción de que si desapareciera, si cambiara el destino, si eligiera otro camino, si modificara el presente todo sería distinto.

Por como está planteada esta sociedad de agobios, de prisas, de expectativas no cumplidas, de sueños rotos, de individualidad, de “pasar de todo”, de egoísmo, seguro que más de uno de los viajeros de Mi Rosa de los Vientos estaría encantado de ser invisible, de tener valor para huir, para ser libre.

Veamos, os voy a contar un cuento…..comenzaríamos lógicamente como todos los cuentos…”Érase una vez….” pero este no es un cuento como los que conocemos con final feliz, en este cuento la protagonista es un alma que duda, un alma que tiene voz…

“…Estoy en una estación de tren, abandonada, solitaria, con mi maleta, sentada en un banco miro a mi alrededor y todo es gris, lúgubre…y pienso…¿Cuándo llegará el tren?? ¿¿Adónde iré?? ¿¿Me echarán de menos??...

…De repente oigo el pitido del tren que se acerca, se para, subo y me siento al lado de una ventana, suspiro y pienso: “Bueno, ya estamos aquí…”. El tren reanuda la marcha y veo pasar la ciudad, las luces, los campos, los pueblos…y pienso, pienso…

…Pienso en la vida que dejo atrás, en la rutina, la costumbre, no había sorpresas, todo era previsible, lo mismo cada día, las mismas caras, los mismos gestos, las mismas palabras…y estoy cansada.

…Pienso en el trabajo que dejo atrás, mi mesa, mis expedientes, mis archivos, las prisas, los agobios, lo quiero para ayer, el ir y venir, siempre corriendo….y estoy cansada.

...Pienso en que ya me cansé de vivir para los demás, siempre siendo como ellos quieren que sea, no pensando en mí, en mi felicidad...y estoy cansada.

…Pienso en los amigos que dejo atrás, en esas miradas de complicidad, en esas risas tontas por nada, en esos paseos, en esas conversaciones profundas…y sé que los echaré de menos.

…El tren sigue su marcha, me quedo dormida, estoy cansada…

…De repente me despierta una voz que no conozco que me dice que hemos llegado, pregunto que a dónde y me dice que al lugar donde siempre he soñado…sonrío y grito: “Por fin libre!!!!!”.

…Cojo mi maleta y bajo del tren, y echo a andar, me cruzo con mucha gente que no conozco, nadie me mira, nadie me sonríe, nadie me habla, pero yo sigo caminando, yo sonrío algunos me miran con curiosidad pero en sus caras veo que me miran con recelo, con desconfianza.

…Y en ese momento me doy cuenta, que este no es mi lugar, esta no es mi ciudad, esta no es mi casa.

…Y me doy cuenta de que esta jamás podrá ser mi vida, estos nunca serán mis amigos.

…Y me doy cuenta de que la felicidad está dentro de mí y por más que la busque fuera no la voy a encontrar.

…Y me doy cuenta que la solución no es huir, no es aislarse, no es desaparecer, la solución está en mi, en enfrentarme a los problemas, en tomar la mano que se me ofrece, en asumir mis errores.

…Y me doy cuenta que no pasa nada por pedir un beso, una caricia, un abrazo.

…Y me doy cuenta de que hace mucho que no digo… perdón, lo siento, te echo de menos, te quiero.

…Y me doy cuenta que yo soy dueña de mi propia vida, de mi destino, de mis decisiones, de mis triunfos y de mis fracasos.

…Y me doy cuenta que la vida es ir quemando etapas, es una continua transformación.

…Y me doy cuenta…al fin me doy cuenta, que quiero disfrutar de mi propia vida, vivirla, y compartirla.

…Y me doy cuenta.... que quiero que el final de este cuento sea: “Y colorín colorado…vivir mi vida cuántas cosas me ha enseñado”.